Hablar de la Arquitectura de la Alpujarra es hablar de construcciones escalonadas orientadas hacia al sur, caracterizadas por estar profundamente ligadas al suelo, al clima, al paisaje abrupto y a su historia.
La Alpujarra es una región dividida entre las provincias de
Almería y
Granada, en la cara sur de la
Sierra Nevada, donde los pueblo aparecen diseminados y sus casas evocan al estilo arquitectónico islámico por la influencia cultural ( se ha señalado la semejanza de las viviendas alpujarreñas típicas con construcciones del Rif marroquí).
Es una
arquitectura de subsistencia, adaptada a las condiciones climáticas y a la accesibilidad dificultosa del terreno, siempre aprovechando la riqueza de los materiales de construcción de la zona como son las piedra, maderas, yeso, lajas de pizarra, y la famosa
launa,
arcilla magnesiana de color grisáceo impermeable que cubre las cubiertas o terraos y chimeneas de Pampaneira.
La Arquitectura Alpujarreña no es solo vivienda
También es arquitectura defensiva como lo son las construcciones militares medievales:
castillos, castillejos,
torreones, ciudades amuralladas y su red viaria comarcal (red de Caminos Reales), verdaderas obras de ingeniería, antiguas vías romanas o musulmanas cuyo principio cronológico resulta difícil de establecer, y son acompañadas con sus respectivos
puentes aunque hoy en día algunos han desaparecido.
Los Pueblos Alpujarreños se fraccionan en Barrios
Los
barrios o pueblos se diferencian en tamaño pero no sólo física sino también socialmente, teniendo algunos su propio gentilicio.
Dependen del núcleo, los más importante suelen tener una plaza con una iglesia o ermita y
la fuente, elemento principal de la cultura alpujarreña.
Todos los pueblos crecen alrededor del agua, bien sea de un nacimiento o de un arroyo. El agua significa riqueza, un recurso indispensable y sumamente apreciado en la zona. Los moriscos dejaron el legado de la
cultura del agua, poblaron la Alpujarra y fueron capaces de adaptarse perfectamente al entorno montañoso y al manejo de ésta. Supieron aprovechar y gestionar con efectividad los inestables recursos hídricos y dejaron testimonio de ello con sus numerosas acequias y albercas que perduran hasta hoy en día.
El pueblo de Tímar es un ejemplo de ese legado, aunque actualmente se está perdiendo. Antes de la expulsión de los moros de la zona, dejaron éstos la aplicación del manejo del agua en unas ordenanzas a ciertas personas del lugar y estas a sus generaciones.
Casa Alpujarreña
La
casa alpujarreña es un ejemplo de
arquitectura popular adaptada a la ladera y a las condiciones climáticas. Se encuentran insertas en las calles de los Pueblos blancos o Barrios, estrechas orientadas hacia el sur, formando todo un conjunto de terrazas inscritas dentro de la trama urbana o en el monte mimetizadas con el campo.
Las casas típicas alpujarreñas suelen ser construcciones sencillas, se dividen en volúmenes casi independientes, con entre una y tres plantas, con sus respectivas cubiertas o terraos planos de launa y chimeneas en forma de cono truncado, las Pampaneiras.
La disposición de los espacios internos, se parece a casi todas las viviendas de montaña, el piso bajo dedicadas a usos de tipo económico, el piso medio destinado a albergar la cocina, alacena y aposentos. El piso alto como depósito de productos o secaderos.
La fachada principal suele tener escasos y diminutos vanos o ventanas, para conservar el calor interior en invierno y el frescor en verano.
Normalmente no tienen balcones, y las puerta principales son muy sencillas, pero algunas tienen los
Tinaos, voladizos que cubren las entradas e incluso parte de la calle, una forma de adquisición privada de una calle pública.
Elementos arquitectónicos
Terrao es la Terraza de la Casa Alpujarreña
El
terrao es un espacio-terraza que en ocasiones se comparte con varias casas laterales o frontales, pasando a la otra zona del barrio sin pisar la calle. Se ha utilizado como secadero o para tender la ropa. Están construidos en su mayoría con vigas de castaño o álamo apoyadas en los muros de carga con lajas o losas irregulares de pizarra y encima de estas una mezcla de launa.
Chimeneas de la Alpujarra, Las Pampaneiras
Las chimeneas, aunque existan otras formas, suelen ser trococónicas rematadas con un gorro formado por una laja de pizarra y la piedra castigaera, para que no se lo lleve el viento.
Conclusión:
La arquitectura alpujarreña es tradición y supervivencia, demostrada en su trazos urbanos, casas y en el manejo del agua, su historia es visible en sus construcciones que no se deben perder en el eltiempo.